domingo, 19 de abril de 2020

Hijos de Overon, "Salvaje"


Desde Cuéllar (Segovia) llega el tercer disco completo de Hijos de Overón, que tras una pausa de casi tres años desde la salida su última obra “Camino de Piedras”, decidieron lanzar estos once nuevos cortes llenos de melodía y potencia a finales del pasado 2018.



Lo primero que notas al escuchar el último trabajo hasta el momento de este quinteto, es el pedazo de sonido que han logrado aquí, fruto de su nueva colaboración con Dan Díez (Dünedain, Death & Legacy, Zenobia…) en sus Rock Lab Studios de Haro en La Rioja, con el que de una manera o de otra, han contado en sus ediciones previas.

Raúl Álvaro a las voces, Álvaro Méndez a las teclas, Fernando López al bajo, Diego Sanz y Joni Cantera a las guitarras y como nueva incorporación a la batería, otro Fernando (y con el mismo apellido por cierto, López) que sustituye a Carlos Gómez, quien grabara el anterior material de la banda, son los cinco componentes que forman Hijos de Overón.

Creados en 2007, el heavy/power metal es su ley y es que en este “Salvaje” suena más trabajado y con más fuerza, gracias y según ellos mismos, a la improvisación en el estudio con lo que han ganado enteros y han dado más frescura a los temas. En ellos, destaca el papel de su cantante, el de ambos hachas (solos, riffs…), los teclados envolventes y una base rítmica decisiva. A lo mejor no es un álbum directo, no es retorcido o extraño aunque me temo que no es de esos que entran a la primera. Eso sí, después de sucesivas escuchas encontrarás detalles, cambios de ritmo… que puede que te sorprendan y enganchen.

Las canciones son bastante variadas, puedes encontrar desde cortes cañeros como “Sin parar de nadar “o “Un nuevo día”, medios tiempos con letras emotivas como “Por siempre”, baladas como “Bajo la lluvia”… por cierto para la que han rodado un videoclip con Henry Menacho y Kronic Producciones (Xeria, Oker, Débler…) con quienes repiten. También cuentan con algunas colaboraciones, como es la de Carlos Nano Sanz (Dünedain) en “La luz perdida” o “Tu poder”, que lo hacen con Chapi Solla la vocalista de Natribu, Ernesto Arranz de Zenobia a los teclados e incluso un solo del propio Dan Díez (Tierra Santa). A veces podrán recordarte a formaciones nacionales como Centinela, Wild, Avalanch… pero siempre manteniendo una identidad particular, la cual se han forjado durante estos años a base de actuaciones, ensayos y esfuerzo. En cuanto a las letras, tocan asuntos coetáneos y atemporales, emocionales, como la pérdida de seres queridos, relaciones, el bullying

“Salvaje” cuenta con una porta de Estela García (quien igualmente ya realizara la de “Camino de Piedras”), es autoeditado y sin duda su obra más destacada hasta la fecha; así que si te gusta el heavy/power metal con letras en castellano, teclados y melodías chulas, harás muy bien en darle una escucha y añadirlo a tu colección.





RR Mustio






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